domingo, 30 de octubre de 2016

Bodegas Osborne 2

Acuarela y tinta Parker, 42x29, 2016.
La primera vez que pinté una Bodega fue en El Puerto hace 22 años. Eran las Bodegas Caballero, y allí estuve pintando y dibujando varios días en compañía de Martel y unas compañeras suyas de carrera. Últimamente he dibujado algunas Bodegas de Jerez y ayer volvía al Puerto para dibujar las de Osborne, la Bodega del moro, que resultó ser un lugar cargado de magia y rincones con luces y penumbras espectaculares, un nuevo templo del vino para mis ojos y mis sentidos al que me gustaría volver.

sábado, 29 de octubre de 2016

Bodega Osborne

Acuarela y rotulador, 2016.
Nueva jornada y nuevo encuentro entre dibujantes del entorno, esta vez en el Puerto de Santa María, para dibujar entre las botas de la Bodega Osborne, la del toro de Manolo Prieto.

viernes, 28 de octubre de 2016

Tres en un Bar

Témpera sobre cartulina, 33x25, 2016.
De vez en cuando necesito volver a mi vieja temática de bares y su peculiar fauna, o a mis dibujos totalmente imaginados, con libertad total, sin interpretar, sin plasmar lo que veo, sólo lo que se viene a la cabeza, hurgando en los recuerdos y en las viejas ideas. De ese calibre son estos tres personajes de mi mundo y de mi vieja iconografía tabernaria y tabanquera, aquella que ya salía en mis grabados de la Facultad y que todavía no he mostrado en este blog. " Tó se andará".

jueves, 27 de octubre de 2016

Luís Buñuel

Témpera y tinta sobre cartulina, 32x21, 2016

miércoles, 26 de octubre de 2016

Restaurante chino

Aguada de Parker, 40x30, 2016.
Generalmente mis apuntes del natural sobre bares y restaurantes, mientras espero la comanda, suelo hacerlos sobre un cuaderno de pequeño formato, pero en este caso el soporte fue el papel verjurado que servía de mantel individual. El apunte es del Mayo pasado en el Wok de Bahía Sur, en San Fernando. 

lunes, 24 de octubre de 2016

2 apuntes sevillanos


Aguadas de Tinta Parker, 2016, 2015
Un año y medio separan estas dos impresiones del natural en bares de Sevilla, la primera en una terraza por San Juan de La Palma, al lado de la Amargura, frente a un parque infantil, lugar que frecuento desde hace 6 años para que mi Violeta pueda jugar y la otra, sobre papel Kraft, es el Rinconcillo, el bar más antiguo de Sevilla y que frecuento, aunque muy esporádicamente, desde hace más de 30 años, sobre todo por sus impresionantes espinacas con garbanzos.

domingo, 23 de octubre de 2016

Mujer sentada

Témpera sobre papel, 26x18, 2016

jueves, 20 de octubre de 2016

Pedro Garfias

Témpera sobre cartulina,32x22, 2016.
Siempre tuve una querencia especial por mi paisano Pedro Garfias, para mí el poeta del latido del mar en la garganta y de los ríos amargos, poeta ecijano, aunque de circunstancial cuna salmantina, al que descubrí en mis años de carrera con un comic del genial Raúl, que lo homenajeaba desde el mítico Madriz  y  con un pasaje que contaba Pablo Neruda en sus memorias " Confieso que he vivido":
" Otra historia que recuerdo con gran emoción es la del poeta andaluz Pedro Garfias. Fue a parar en el destierro al castillo de un Lord, en Escocia. El castillo estaba siempre sólo y Garfias, andaluz inquieto, iba cada día a la taberna del condado y silenciosamente, pues no hablaba el inglés, sino apenas un español gitano que yo mismo no le entendía, bebía melancólicamente su solitaria cerveza. Este parroquiano mudo llamó la atención del tabernero. Una noche, cuando ya todos los bebedores se habían marchado, el tabernero le rogó que se quedara y continuaron ellos bebiendo en silencio, junto al fuego de la chimenea que chisporroteaba y hablaba por los dos.
 Se hizo un rito esta invitación. Cada noche Garfias era acogido por el tabernero, solitario como él, sin mujer y sin familia. Poco a poco sus lenguas se desataron. Garfias le contaba toda la guerra de España, con interjecciones, juramentos, con imprecaciones muy andaluzas. El tabernero lo escuchaba en religioso silencio, sin entender naturalmente una sola palabra.
 A su vez, el escocés comenzó a contar sus desventura, probablemente la historia de su mujer que lo abandonó, probablemente las hazañas de sus hijos cuyos retratos de uniforme militar adornaban la chimenea. Digo probablemente porque, los largos meses que duraron estas extrañas conversaciones, Garfias tampoco entendió una palabra.
  Sin embargo, la amistad de los dos hombres solitarios que hablaban apasionadamente cada uno de sus asuntos y en su idioma, inaccesible para el otro, se fue acrecentando y el verse cada noche y hablarse hasta el amanecer se convirtió en una necesidad para ambos.
  Cuando Garfias debió partir para México se despidieron bebiendo y hablando, abrazándose y llorando. La emoción que los unía tan profundamente era la separación de sus soledades.
__ Pedro  __ le dije muchas veces al poeta__ Que crees tú que contaba?
__ Nunca entendí una palabra, Pablo, pero cuando le escuchaba tuve siempre la sensación, la certeza de comprenderlo. Y cuando yo hablaba, estaba seguro de que él también me comprendía a mí."

Limones

Témpera sobre cartulina, 30x21, 2016

martes, 18 de octubre de 2016

Baño de arroyo

Témpera sobre cartón, 30x21, 2016

jueves, 13 de octubre de 2016

Lector de otoño

Témpera sobre cartón, 30x21, 2016.
Lector inspirado en esta ilustración que hice en 1999 para la revista literaria La Ronda del Libro.

lunes, 10 de octubre de 2016

Gardel

Témpera sobre cartón, 30x21, 2016.
Me encuentro en el Diario, una imagen de Carlos Gardel, encendiéndose un pitillo, con su sombrero, su pajarita de lunares y su mirada dura y arrabalera y no dudo ni un momento en hacerlo en Fondo negro. Hé aquí el resultado.

jueves, 6 de octubre de 2016

El testigo

Aguada sobre papel de estraza, 1999.
Esta ilustración sobre el magnífico relato de Fernando Quiñones, " El Testigo", sirvió de nuevo como ilustración al artículo de Juan José Téllez "La leyenda de Fernando Quiñones", publicado en Abril de 1999 en la revista La Ronda del Libro, periódico literario de la feria del libro de Cádiz, que homenajeaba a Fernando tras su muerte a finales del 98.

lunes, 3 de octubre de 2016

Mirando la carta

Acuarela y rotulador, 2016.
Apuntillo de mis comensales vecinos en el restaurante La Garrucha de Jerez mientras esperábamos nuestras viandas, el pasado sábado.

domingo, 2 de octubre de 2016

Lectora de octubre

Acrílico sobre cartón, 30x21, 2016
Basado en el dibujillo que hice el viernes en clase.